La Disciplina Empieza Donde Nadie Quiere Mirar
¿Por qué sigues igual si dices que quieres cambiar?
Ya era hora de volver a nuestros correos diarios.
Después de un tiempo, empecé a extrañarlo. Cada mañana me sentaba con un café a escribir algo de lo que he aprendido.
Así que aquí estoy.
La clase de hoy es sobre la disciplina.
Ya sé, es uno de esos temas “calientes”. A algunas personas les encanta hablar de eso, a otras les molesta.
¿Pero no es así con todo?
Por cierto, estos correos no serán generados por inteligencia artificial. Todavía quiero pensar con claridad y más importante aún, escribir con claridad.
Volvamos al tema.
La disciplina es sorprendentemente fácil de mantener cuando tu mente está en orden.
Pero cuando estás mentalmente desorganizado, todo se vuelve una carga.
Si quieres ser una persona disciplinada, y creo que si por que estas leyendo esto, primero tienes que disciplinar tus pensamientos.
Eso es un hábito. Y una vez que empiezas a observar tu mente, notarás los mismos patrones, una y otra vez.
Algo como:
“Ah, este es el mismo pensamiento que tuve ayer… y el día anterior… y el anterior a ese.”
No es nada del otro mundo—pero mucha gente simplemente no lo ve.
Y suelen ser los mismos que se preguntan:
“¿Por qué no he cambiado?”
Bueno… ¿has pensado algo distinto? Son años y años a los cuales te has dedicado a pensar de la misma forma. Estas programado por “default” a recurir a ellos.
La mayoría de las personas se repiten cinco pensamientos en shuffle:
¿Por qué no gano más dinero?
¿Por qué no puedo ahorrar mas?
¿Por qué no he encontrado el amor?
¿Por qué no me veo mejor, más delgado, más fuerte?
¿Por qué nada cambia nunca?
Casi nunca es un tema de circunstancias.
Casi siempre es un tema de pensamientos indisciplinados.
Y estos dos esta relacionados en 1:1.
Repites las mismas ideas, refuerzas la misma historia y luego te preguntas por qué nada cambia.
La disciplina consiste en interrumpir esos patrones.
En elegir un nuevo pensamiento y comprometerte con él.
Piénsalo como entrenar un modelo de inteligencia artificial—la tecnología es tonta sin datos.
Nosotros también.
Los humanos necesitamos entrenamiento a través de la repetición, la atención y el reconocimiento de patrones.
Tenemos que aprender a observarnos y a tomar decisiones con base en lo que vemos.
Así que, la próxima vez que entres en un rabbit hole de pena o de cuestionarte, recuerda:
No eres tú.
Es solo un patrón de pensamiento que tú mismo has reforzado tantas veces que ahora lo tomas como verdad.
La disciplina es enseñarle a tu cerebro a creer una nueva historia.
Alimentarlo con nuevos pensamientos.
Construir un nuevo patrón.
Y con el tiempo, te diste un upgrade!
Esa fue la clase de hoy.
Nos vemos en el próximo correo.
ML,
J.